viernes, julio 07, 2006

VIAJAR POR BUS EN CARRETERAS ES UN PLACER? Por: Hugo MULLER SOLON (*) Conozco de muchas personas amigas, quienes piensan que subirse a un bus de transporte interprovincial de pasajeros en nuestro país, resulta siendo no solamente una tortura sino un verdadero trauma. ¿De verdad, decía una de estas personas, es posible que pueda existir alguien que piense actualmente que el viajar – en un bus interprovincial - es un placer?. Uno de estos amigos me contaba que el día 17 de Junio 2006, tomó un bus en la ciudad de Chiclayo a las seis de la tarde, el cual cubría la ruta CHICLAYO – TRUJILLO y siendo aproximadamente las ocho y cuarto de la noche, al terminar de pasar por el lugar denominado “La Balanza” desde donde empieza un desolado y oscuro tramo de carretera que demora aproximadamente 20 minutos hasta llegar al sector denominado “El Milagro” fue asaltado por cuatro delincuentes que simulaban ser pasajeros en el mismo bus donde viajaba. Posteriormente se enteró que los delincuentes (entre ellos una mujer) habían subido en el Terminal terrestre de Chiclayo con pasaje comprado en la ventanilla de la oficina de la Empresa de Transportes del vehículo asaltado, estos delincuentes con el rostro totalmente descubierto y portando armas de fuego, despojaron violentamente a todos los pasajeros de dinero, relojes, celulares, joyas, pertenencias, maletines etc.; lo curioso me contaba este agraviado, era que uno de los delincuentes, quien parecía ser el jefe de la banda le daba órdenes al chofer del vehículo gritando a voz en cuello como si este fuera uno mas de los delincuentes, por ejemplo le decía: “oe, no vayas a encender la luz solo prende los televisores”, “oe disminuye la marcha, conduce mas despacio”, “oe, cuidado con la tomberìa, sigue despacio nomás”, esta persona me narraba además que el contó que eran cuatro los delincuentes que asaltaban a los pasajeros y cuatro los que descendieron al terminar su fechoría ¿Quién amedrentaba entonces al chofer y a su copiloto que se encontraba a su costado en la cabina del chofer ubicada en el primer nivel del vehículo?, ¿es que estos obedecían las ordenes de los delincuentes solo por temor? O es que realmente existía una complacencia o relación sospechosa entre el conductor del vehículo y su copiloto con los delincuentes?.... La osadía de estos delincuentes llegó a tales límites, que el asalto a los pasajeros continuaba aún cuando el vehículo recorría el amplio sector del Centro Poblado “El Milagro” hasta llegar al sector de “Jerusalén” en donde bajaron en una de sus céntricas esquinas portando las especies robadas ante la vista de todos los transeúntes que en ese momento se encontraban en el lugar, desplazándose a pié por una de sus calles entre risas y comentarios. El resto de lo acontecido, es historia conocida, el conductor lleva el vehículo hasta la dependencia policial mas cercana y se baja para asentar una denuncia, sin importarle la situación de los pasajeros ni el drama que acaban de vivir, demostrando sospechosa complacencia. La Policia por supuesto, se limita a registar la denuncia. Los delincuentes se habian bajado solo cuadra y media antes de llegar a la dependencia policial.
La carretera Panamericana Norte y la carretera Panamericana Sur se han convertido por así decirlo para los miles de usuarios que diariamente hacen uso de estas vías, en una verdadera opresión que hace que el viaje que debiera ser un viaje de placer, relajo y sosiego hasta llegar a su destino, sea realmente una tortura y un verdadero trauma, que solo termina al llegar al paradero final de la ruta. (*) Hugo Muller Solòn. Abogado. Inscrito en el Colegio de Abogados de Lima Registro 19367. DNI. 18070353.