jueves, octubre 09, 2008

NO HAY POLITICAS DE SEGURIDAD CIUDADANA

SI NO HAY POLITICAS DE SEGURIDAD CIUDADANA, ENTONCES ¿COMO PUEDE FUNCIONAR EL SISTEMA NACIONAL DE SEGURIDAD CIUDADANA?
El concepto de prevención del delito es considerablemente mal entendido en el PERU, particularmente por parte de la Policía Nacional por eso es que prefiere mantener el modelo “reactivo” que colinda con el de la “represión” sin querer llegar a entender que la reacción o la represión, tiene que ir de la mano con la prevención proactiva del delito (Policìa Comunitaria) para que pueda haber resultados eficaces. Y este mal ejemplo es imitado por la mayoría de autoridades cuando debaten temas como el de la delincuencia y la violencia, tratan habitualmente a la "prevención" y a la "represión" como conceptos mutuamente excluyentes, los mas preocupados prefieren mas represión contra la delincuencia, es decir mas “mano dura” contra los que delinquen, porque es lo que se ve, es como en las películas, es la acción, la lucha, la batalla contra la delincuencia, donde siempre hay ganadores y perdedores, se piensa que si la policía actúa con dureza será la ganadora y se aplaude cada vez que hay un operativo, porque se dice que se esta ganando terreno a la delincuencia, pero lamentablemente en la realidad todo eso es “peliculina”, es “lo que le gusta a la gente”, es decir, es solo un maquillaje a un grave problema nacional y no resuelve el mayor incremento de la inseguridad ciudadana en el Perú.

El concepto "prevención del delito" se refiere a “la elección de una política que promueva, que en el futuro, ocurra un numero menor de delitos, de los que hubiesen ocurrido si no se la hubiera puesto en practica”. En otras palabras, una política orientada a la seguridad ciudadana será eficaz y preventiva cuando, tras su aplicación, se obtenga la ocurrencia de un menor numero de delitos, con un menor numero de victimas.

Y en el Perú, ¿quien es el encargado de dictar estas políticas de seguridad ciudadana, para que a su vez sean accionadas por todas las autoridades componentes del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana?, entre quienes se encuentran la Policía Nacional, los Alcaldes, los representantes del Sector Justicia, Educación, Salud, entre otros; nada mas ni nada menos que el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana creado por Ley Nº 27933 ¿Y quien lo preside? De conformidad al articulo 6º de la Ley Nº 27933 que es la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana lo preside el Señor Ministro del Interior, actualmente a cargo del Dr. Luis Alva Castro y en el Artículo 9.- Funciones del Consejo – de la citada Ley; dice: “El Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana tiene las siguientes funciones: a) Establecer las políticas y el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana. La misma Ley a la que hacemos referencia dice en su Art. 13º que los Comités Regionales, Provinciales y Distritales son los encargados de formular los planes, programas, proyectos y directivas de seguridad ciudadana, así como ejecutar los mismos en sus jurisdicciones, en el marco de la política nacional diseñado por el CONASEC. Pero si esa política no esta definida, es inexistente ¿Que planes pueden elaborar las autoridades locales para prevenir el delito?

El año 2007, exactamente los días 2 y 3 de Abril, el CONASEC realizó en el Perú con fondos provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo, el
II Foro Interamericano Seguridad y Convivencia Ciudadana “Ciudades para la Paz”, que fue clausurado por el doctor Luis Alva Castro, Ministro del Interior y Presidente del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana - CONASEC, quien sostuvo en dicha oportunidad que en su gestión estaba previsto definir una clara política de seguridad ciudadana en la que el ciudadano sería el centro de las acciones y para ello el Estado y la población impulsarían una decidida comunión de esfuerzos. Consideró además que el Foro se efectuaba coincidentemente cuando la Policía Nacional se encontraba en proceso de modernización organizacional e innovación de ideas con la finalidad de salvaguardar a la sociedad, principalmente a la juventud, de la violencia y la criminalidad. (¿¿modernización??). Durante el desarrollo de este evento, personalidades internacionales provenientes de Estados Unidos, Brasil, Guatemala, Argentina, Chile, Haití, El Salvador, Canadá y España, abordaron temas cuyo propósito fueron consolidar una agenda que revise y extraiga lecciones aprendidas de diversas experiencias innovadoras desarrolladas a nivel de gobiernos locales y promueva la formulación de programas con capacidad de efectivo impacto. Entre los temas que se trataron estuvieron; Observatorios de Seguridad Ciudadana: Construyendo Sistemas de Información para el Desarrollo de Políticas Públicas, Participación Ciudadana y Democratización de Políticas Públicas locales, Diseño e Implementación de Planes Locales, Profesionalización de Cuerpos Policiales, Violencia Juvenil, Construyendo Prevención y Ciudadanía Social, entre otros. ¿De que sirvió todo esto?. Si seguimos igual o peor que el año 2007.

Las políticas, como bien lo sabemos los peruanos no se define por las buenas intenciones, tampoco por los eventos, los foros, por los convenios, los seminarios, etc. sino por decisiones y por los resultados. Los resultados que los ciudadanos esperan evaluar en este aspectos o se hacen por el número de delitos, por el número de delincuentes, por el daño causado o por el número de víctimas. Y las últimas encuestas de victimizaciòn realizadas por el CONASEC (no tan ultima porque data del año 2005 y al parecer por los resultados no le quedaron ganas de volverla a repetir) y otras encuestadoras nacionales y de algunas universidades, vemos que esas políticas si es que existen, tienen resultados desastrosos y muy desalentadores al respecto. Es el caso del Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú, que realizó una encuesta de victimizaciòn en Agosto 2008, en donde consultada la población acerca de cuál es el delito más frecuente del que son víctima, asoman el robo al paso (50%) y el robo en las viviendas (19%) como principales preocupaciones. Casi un tercio de los encuestados (30%) afirma haber sido víctima de un delito en el último año. La mitad de ellos han sido objeto de robos al paso (carteras, celulares, etc.). Luego viene el robo de viviendas (19%) y después los atracos con violencia o amenaza (13%). En total 82% del 100% de la muestra habían sido víctimas de algún tipo de delito.

En lo que respecta a la policía, dice la citada encuesta, la única política del gobierno es más policías y más patrulleros. Eso servirá de muy poco si se mantiene o se deteriora una situación como la que revela la encuesta. Un 82% cree que la honradez de la policía es mala o muy mala y sólo el 16% opina lo contrario. El respeto a las leyes de los encargados de hacerlas cumplir es malo o muy malo para el 71% de los encuestados. La eficacia policial es mala o muy mala para el 71%. Y así con otros temas.

Es claro que lo más importante es una reforma policial que combata la corrupción interna, mejore la eficacia, etc. Pero eso no lo entiende el gobierno. Ni le interesa, termina diciendo el resultado de la encuesta.

Sería mas útil y responsable para la Policía y las autoridades implicadas en la Seguridad Ciudadana en el Perú, si asumieran una definición mas amplia del concepto "prevención del delito": de tal manera que se entienda como prevención del delito, el hecho de identificar y enfrentar a los factores de riesgo que tienen relación con el delito (tales como la violencia intrafamiliar, el abuso del consumo de drogas, la inacción y la exclusión juvenil, la existencia de pandillas, la ineficacia, obsolescencia y corrupción en las instituciones del sistema de control social formal del Estado, el entorno físico y social, la oportunidad, la falta de vigilancia, etc.) y trabajar para fortalecer los factores protectores (la escolaridad; la participación de la comunidad en las actividades de prevención; la confianza en las instituciones, en especial en aquellas relacionadas con la policía y el sistema penal; la fortaleza de las instituciones policiales y su integración a la comunidad, el rescate de valores, el civismo, el respeto, la convivencia pacifica, la calidad de vida, etc.).

El debate – si lo hubiera - sobre qué significa la prevención del delito no es inútil. El concepto que prevalezca en el discurso público, es un factor de importancia crítica en la comprensión gubernamental y pública del asunto. Si este debate se basa solamente en términos de rótulos simbólicos como mas patrulleros y policías para prevenir el delito, o mas operativos policiales para reprimir a la delincuencia, la elección sobre las políticas a adoptar puede que se haga más sobre una adhesión emocional temporal para salir del paso que sobre evidencia sólida que garantice su eficacia. Estaremos gastando recursos escasos en actividades de poco impacto sobre el problema. ¿Hasta cuando vamos a esperar que el Señor Ministro del Interior defina las Politicas de Seguridad Ciudadana, acaso al tèrmino de su gestiòn?

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