lunes, diciembre 22, 2008

SUICIDIOS DE POLICIAS PONE EN EVIDENCIA CRISIS EN EL SISTEMA DE CUIDADO DE LA SALUD DE LOS POLICIAS


ASOCIACION PROFESIONAL DE POLICIAS ARGENTINOS (APROPOL) ALERTA SOBRE EL PROBLEMA DE SUICIDIOS DE POLICIAS UN TEMA DEL CUAL EL PERU NO ES AJENO. LA DEFENSORIA DEL POLICIA DEL PERU NO HA HECHO NINGUNA INVESTIGACION AL RESPECTO.
Es inusual que se publiquen este tipo de comentarios, pero son hechos que existen, los Policías también son seres humanos. Paola Marinari, era una Agente de Policia de la Unidad de Caballerìa de la Provincia de Santa Fè en Argentina, registraba antecedentes de dolencias de índole psicológicas desde el año 2007 en que fue internada en el Sanatorio Residencial Mendoza (para enfermos psiquiátricos) en Septiembre 2008 se suicidó disparándose con su arma de reglamento en la cabeza. La Asociación Profesional de Policías argentinos (APROPOL) viene investigando el caso de Paola, que pone en evidencia la situación de “Crisis en el Sistema de Cuidado de la Salud de los Policías”; Paola estaba con ”carpeta medica psicológica” pero según las versiones sobre las que trabaja APROPOL, al igual que decenas de policías quizás en las mismas condiciones han sido “reintegrados” (léase obligados) a sus tareas especificas es decir portando armas y con jornadas extensas en horarios y condiciones realmente infrahumanas.
Según APROPOL, Santa Fe es la provincia que mas alto índice de suicidios de policías tiene en el país argenitno y pese a que hace siete años que viene denunciando esto, los sucesivos gobiernos y altos mandos solo ocultan estadísticas, causas y obviamente estos hechos como el caso de Paola, lo que consideran una “verdadera actitud criminal”.
Para APROPOL, esto es una resultante de un manejo de recursos humanos como números y no como personas, de una cada vez mas deficiente selección y formación del personal y asegura que hoy por hoy solo en el curso que actualmente se realiza para suboficiales hay cerca de 100 aspirantes o cursantes que no pasarían una seria evaluación psicofísica. Pero lamentablemente la ineptitud de quienes tienen a cargo el área de reclutamiento y primera formación además de desconocer lo inherente a la función policial además de ello pareciera “no importarles nada al respecto”. Algo muy semejante a lo que sucede en el Perù.
¿Quién envió a trabajar armada a Paola Marinari?, ¿Estaba realmente en condiciones?, “Ella acepto o la obligaron a trabajar armada?, ¿Qué decía al respecto su médico?, ¿Qué dice su historia clínica con respecto a esto? Y así otras preguntas que deberían formularse los investigadores si la hipótesis sale del marco de un simple suicidio y se adentra en una figura distinta como la de instigar al suicidio. Son las hipótesis que se plantea APROPOL- Argentina.
Y en el PERU? Que tan alejados estamos de esa realidad?. Los casos de suicidios en la Policía Nacional del Perú no son hechos aislados ni comunes y desgraciadamente frecuentes, y decimos que no son aislados ni comunes porque recordemos que los Policías tanto al Postular a la PNP como durante toda su vida policial pasan anualmente un examen médico psicològico o pisquiàtrico segun el caso. Nos gustaría saber, si alguien por error u omisión o lo que es mas grave por algún tipo de interés compensatorio, pasa por alto algún tipo de trastorno de conducta o de personalidad, o lo que es mas grave algún daño psicológico irreparable e incompatible con el ejercicio de la función policial. ¿Alguien ha investigado esto, lo ha hecho la Defensoria del Policìa?
El año 2007, en el Suplemento Dominical, La República ofrece un informe en torno a la creciente violencia familiar entre policías, a raíz del crimen de la suboficial Karina S., asesinada por su ex pareja, el también suboficial Héctor P.. Según se revela, debido a las constantes aventuras extramatrimoniales y al carácter violento de éste, la pareja se había separado en el 2004, y a pesar de dos tentativas de reconciliación, la suboficial optó por el divorcio pues la violencia no disminuía. Luego de asesinarla en plena calle, el SO PNP P. intentó argumentar que su arma se disparó durante el forcejeó que entabló con el policía que acompañaba a su ex pareja, pero testigos indicaron que el suboficial le apuntó directamente al cuerpo. En junio del 2004, el teniente PNP Luis S. P. mató a su esposa Antonieta C. y a sus dos hijos y luego se suicidó. En diciembre de ese mismo año, el Mayor PNP Hermes C. B., ebrio, casi mata a su esposa Janet M.Z. con su arma, pero felizmente no logró su cometido. En marzo del 2006, el suboficial Israel M. M., asesinó a su esposa Lorena T.V. (28) y a un colega, el suboficial Natale A., quien salió en su defensa. Luego se suicidó. En enero del 2007, el suboficial Luis J.B., trató de matar con un cuchillo a su ex pareja, la también suboficial de la PNP, Bertha Ch.D, quien sobrevivió al feroz ataque. En oto caso, el suicida era Coronel de la Policía Nacional del Perú y Jefe de la Unidad de Control de Tránsito de Lima, se suicidó en su despacho, disparándose un tiro en la boca. El 25 de Junio del 2007, Jorge Luis de 26 años de edad, se había graduado de Suboficial de 3ra. de la Policía Nacional, concretando uno de sus mayores anhelos, sin embargo colapsó emocionalmente y se suicidó en la comisaría donde prestaba servicios desde enero. El joven policía utilizó su arma de reglamento para dispararse un balazo en la cabeza. Lo hizo a las 2.00 de la madrugada, en el puesto policial de Huari, región Áncash. Un Teniente de la Policía Nacional cegado por los celos disparó con su arma de reglamento contra su mujer, una suboficial de tercera de la misma institución, y luego intentó suicidarse disparándose en la boca. Ambos sobrevivieron pero luego de cuatro horas murieron en una clínica del distrito de San Juan de Lurigancho, el trabajaba en la Policía Motorizada de Barranco, mientras la suboficial de nombre Catherine prestaba servicios en la Comisaría de San Isidro. En otro caso, un Capitán de la Policía Nacional que prestaba servicios en la Dirección Antidrogas, recogió a su esposa Melissa en su trabajo de venta de computadoras y la llevó hasta su casa en Villa Maria del Triunfo. Allí le disparó en el abdomen y luego le dio dos tiros en la cabeza. Finalmente el policía se suicido. Un Suboficial que laboraba en la Dirección Contra el Terrorismo asesinó a balazos a su esposa, quien en el 2002 fue Miss Hawaii Tropical, y luego se quitó la vida en su vivienda de La Victoria – Lima. En Chiclayo Hernando Francisco, integrante de la Policía Nacional, se quitó la vida tras discutir con su pareja. El Policía se disparó en el cráneo con su arma de reglamento. Julia, una Suboficial de la Policía Nacional fue encontrada sin vida en el interior de su vivienda, se había suicidado aparentemente abrumada por las deudas que había contraído. ¿Por qué no cambian a la Defensora del Policía y nombran en su reemplazo a alguien que tenga verdaderamente vocación de defensa de los derechos del Policía? ¿A quien defiende la actual Defensora del Policía? ¿Qué hace a cambio del sueldo que le otorga el Estado que no sea otra cosa que estar sentada en su Despacho? Señor Ministro del Interior, la Defensora del Policía es nombrada por su Despacho.

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